Descubre cuales son los 12 seres vivimos más apestosos. Te sorprenderás.
1. Si estas cerca de una mofeta, y esta se siente amenazada, corres el riesgo de ser impregnado con una mezcla nociva formada por tres componentes sulfurosos. Algunos de estos componentes son similares a los que tiene la cebolla cruda.
El spray procedente de la mofeta no sólo huelen horriblemente mal, sino que, cuando has sido atacado por este animal sientes que tus pulmones se cierran y te cuesta respirar, además, puede incluso causar ceguera temporal si el líquido que desprende entra en contacto con tus ojos. Todo esto, le da tiempo suficiente al zorrillo para alejarse.
El aroma se produce en las glándulas anales en la base de la cola, y se dispara a través de los pezones unidos a las glándulas. Este olor puede llegar a los cinco o seis metros de distancia si el viento es favorable, aunque habitualmente, es sólo efectivo a los dos metros. Sin este elemento disuasorio, los zorrillos serían incapaces de escapar de los depredadores.
2. La mofeta no es el único animal que utiliza el olor como arma para deshacerse de los depredadores. Le “Green Wood hoopo” lo que nosotros conocemos como Abubilla Arbórea Verde, un ave nativa tropical a África, cuando se siente amenazada señala con la cola sobre los animales que le acechan y excreta sobre ellos. Este excremento emite un hedor nauseabundo.
Los productos químicos responsable del olor incluyen sulfuro de dimetilo; con estos productos, las abubillas también recubren sus huevos para asegurar su supervivencia. El olor que desprende es similar al de un hubo podrido.
Las crías de este pájaro también pueden arrojar un chorro de heces líquidas cuando se sienten atacados. Este líquido puede alcanzar los 60 cm de distancia.
3. Las Fulmarus son aves marinas, que viven cerca de los océanos. Su plumaje es gris y blanco y su pico es amarillo, esta ave es similar al Albatros. Ambas dos se alimentan de peces, vivos o muertos, aceite y entrañas. Todo esto es lo que crea su “arma” de ataque y protección.
Cuando los polluelos de Fulmarus se sienten en peligro proyectan un vómito maloliente. Los adultos, sin embargo, escupen sus líquidos gástricos sobre los intrusos.
Otras aves, como los patos cuchara septentrionales y los patos eider comunes, recubren de heces sus nidos y huevos cuando se asustan, de este modo alejan a los depredadores.
El mal olor de algunas aves, puede incluso ayudarles a mantener sus plumas y piel libre de parásitos y microbios. Un estudio encontró 17 compuestos antimicrobianos en los excrementos de las abubillas arbóreas que podría protegerla de piojos, bacterias, mohos e incluso hongos.
4. Algunas pequeñas criaturas también han evolucionado la defensa utilizando como herramienta el olor.
Cuando un milpiés se siente amenazado, se acurruca en una espiral y libera un líquido maloliente para evitar ser comido. El líquido no sólo huele mal, sino que también es altamente tóxico, podría matar a un ratón seis veces. Este gas está formado por cianuro de hidrógeno.
Del mismo modo, cuando un escarabajo bombardero se siente amenazado expulsa un líquido caliente e irritante desde las puntas de sus abdómenes. El mismo puede disparar hasta 50 chorros sucesivos, con un alcance de 5 cm (distancia 4 veces mayor que la longitud del insecto).
El líquido que expulsa este insecto es letal para los insectos que atacan y es incluso doloroso para los seres humanos.
5. Sin embargo, el olor no siempre se usa como defensa para ahuyentar a las otras especies. Algunas plantas imitan el olor de carne podrida y excrementos con el fin de atraer a los insectos y así poder difundir sus semillas gracias a la polinización.
Rafflesia arnoldii se encuentra en las selvas del sudeste de Asia. Pertenece a un grupo de plantas parásitas llamadas flores cadáver. Esta planta es difícil de encontrar, ya que no tiene tallo visible, hojas o raíces.
Sin embargo, cuando está en floración, es muy fácil encontrarla. Esta planta tiene la flor más grande del mundo.
Rafflesia desprende un olor nauseabundo, similar al de la carne podrida para atraer las moscas carroñeras con el fin de ser polinizada.
6. El Amorphophallus titanum es una planta gigante que puede llegar a medir hasta 3 metros por encima del suelo.
Florece en raras ocasiones, pero cuando lo hace la planta tropical despliega sus pétalos y libera un fuerte olor, muy similar al de la carne podrida. El olor es irresistible para las moscas o los escarabajos carroñeros, que se alimentan de restos de animales en descomposición, que ayudan a la planta a polinizarse.
7. Mientras que algunos animales han perfeccionado su capacidad de oler mal, otros se convirtieron en malolientes por accidente. Este es el caso de los perezosos, que son famosos por su baja actividad.
Durante la estación seca el pelo de perezosos suele ser de un color marrón sucio, aunque esto cambia durante los largos períodos de lluvia; donde su pelo tiene un tinte verdoso notable. Esto se debe a que a menudo tienen el cultivo de algas verde en su piel.
Los perezosos pueden beneficiarse de esto, ya que algunos investigadores han sugerido que su pelo ha evolucionado para favorecer la colonización por algas; tal vez para camuflar a los perezosos, aislarlos, o proporcionarlos nutrientes esenciales.
Si eso es cierto, la falta de colonias de algas saludables podría explicar por qué los perezosos no sobreviven mucho tiempo en cautiverio.
Los perezosos también son colonizados por los escarabajos y larvas. Estos habitan en la piel cerca de sus codos y detrás de las rodillas. Las polillas también pasan su vida adulta en la piel de estos animales. Cabe destacar que este animal es uno de los que peor huele del mundo.
8. El hoatzin es a veces llamado el "pájaro hedor ", porque el olor de estiércol que emana de su cuerpo. Vive en la selva amazónica y es la única ave en el mundo que sólo se alimenta de hojas.
Esta dieta a base de hojas es la responsable de su olor característico. Las bacterias en su intestino se descompone en materia vegetal, y el proceso de fermentación libera los gases malolientes.
9. El cachalote es otro animal maloliente accidental. Es el carnívoro más grande del mundo y se sumerge profundamente en el océano para alimentarse de calamares gigantes, comer alrededor de una tonelada de peces y calamares al día.
Los calamares puede perforar los intestinos de la ballena, es por eso que la ballena excreta una sustancia pegajosa para protegerse.
10. Hay otro uso para el olfato: la comunicación.
Las hienas recorren grandes territorios y utilizan el olfato para guiar su camino. Las hienas también se comunican a través de señales olfativas que segregan unas glándulas situadas bajo su cola.
El olor no se limita a marcar territorio o comunicarse. Un análisis del olor que desprenden las mostró que no sólo que cada hiena tiene su aroma único y característico, sino que también cada clan tenía un olor único "clan" diferente de otros clanes.
11. Los lémures de cola anillada también utilizan el olfato para comunicarse.
Los lémures viven en grupos sociales de 20 a 30. Durante la época de reproducción los machos compiten ferozmente por las hembras. Pero en lugar de utilizar sus dientes y garras afiladas, utilizan su olor corporal.
Los machos de esta especie tienen glándulas segregadoras de olor en las muñecas y los hombros como advertencia a sus rivales. La glándula de la muñeca produce un olor de corta duración, mientras que la glándula hombro produce una pasta marrón mucho más duradera.
El duelo comienza cuando dos lémures se enfrentan utilizando su olor como “arma”, el duelo acaba cuando uno de los lémures retrocede.
12. El premio final para animales apestosa del mundo se encuentra más cerca de casa. En 2011 los investigadores afirmaron que el poderoso olor de los humanos es único en el reino animal, y, es por eso, que somos tan atractivos para los mosquitos.
Los seres humanos son particularmente malolientes porque liberamos olores de casi todas las partes de nuestro cuerpo. Además, el olor se ve agravado por las bacterias que viven en nosotros, que también liberan olores.
Nos gustaría pensar que olemos mejor que una mofeta o un pájaro hedor, pero los estudios de aves y otros mamíferos demuestran que, estos animales, producen muchos menos compuestos orgánicos volátiles de su piel que nosotros.