- Los Orígenes del día de muertos son anteriores a la llegada de los españoles a américa
- El Día de Muertos está considerado patrimonio de la humanidad por la Unesco
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El 1 y 2 de noviembre se celebra el día de muertos en México y muchos países de América central. Las celebraciones y el culto a la muerte es algo que el ser humano lleva en su ADN desde los primeros rituales funerarios en la Edad de Piedra.
¿Sabías que los orígenes de la celebración del Día de Muertos en México son anteriores a la llegada de los españoles?
De hecho, hay registro de este tipo de celebraciones en las etnias mexica, maya, purépecha y totonaca.
¿Y que está considerada patrimonio cultural por la Unesco?
El día de muertos posiblemente sea una de las tradiciones más conocidas de la cultura indígena mexicana. La UNESCO la declaró, en el año de 2003, “Obra maestra del patrimonio cultural de la humanidad”.
Estos años vive un auge de popularidad mundial gracias a la película Coco de 2017, pero hay muchas más referencias a este día en películas y videojuegos. El fenómeno no conoce barreras… De hecho, si este año estás en Guadalajara, estado de Jalisco (México), podrás ir a Calaverandia, un parque temático inspirado en el día de muertos. Algunas de las actividades que no te puedes perder son: jugar en el Matacalacas, visitar el Pueblo Mexicano y adentrarte en el Bosque Inframundo.
¿Qué es el día de muertos?
Durante estos días las familias suelen acudir a los panteones a adornar con flores y ofrendas las tumbas de los ya fallecidos. En las casas se acostumbra a colocar altares de muertos, para que durante estos días las almas regresen del más allá y visiten a sus familias. En algunas escuelas también se construyen altares dedicados a personajes famosos del mundo del arte, el cine, la televisión y la literatura, entre otros, con el objetivo de recordar la huella que dejaron al pasar por este mundo. Esto invita a reflexionar sobre la muerte, recordar a sus ancestros y su legado, así como a valorar la vida y dejarles la enseñanza de disfrutar al máximo su día a día.
¿Cómo son los altares?
Los altares se dividen en niveles. Cada nivel representa los mundos que el difunto debe atravesar para conseguir su descanso eterno. Si el altar es de dos niveles estos representan el cielo y la tierra; si es de tres, representan el cielo, el purgatorio y el inframundo; y si es de 7, representan los niveles del inframundo. En ellos se colocan diferentes elementos
Veladoras. La flama que producen significa esperanza y son utilizadas para guiar al difunto a llegar al altar. En algunas comunidades indígenas cada vela representa un difunto, así que dependiendo del número de veladoras que tiene el altar, son las almas que recibirá la familia.
Aromas. La resina del copal es un elemento frecuente en los altares de muertos por su aroma distintivo. En las diversas regiones y culturas de la América prehispánica, se utilizaba para alabar a los antiguos dioses. Actualmente se usa para purificar el espacio y es capaz de guiar o atraer a los difuntos a su ofrenda. También se emplea incienso o infusiones de laurel, tomillo, mejorana, romero y manzanilla; hervidas en una olla tapada por una penca de nopal perforada.
Arco. Representa la entrada al mundo de los muertos y generalmente se adorna con flores y frutos.
Flores. Las típicas flores del día de muertos le dan color y alegría al altar, adornan y aromatizan el lugar. Las más comunes son el alhelí, la nube y la flor de cempasuchil.
Alimentos. Se colocan platillos que eran del agrado del difunto.
Objetos personales. En los niveles terrenales suelen colocarse las pertenencias y objetos más queridos y apreciados por el fallecido.
Fotografía. Se acostumbra colocar la foto del difunto en la parte superior del altar, justo en medio de éste.
Elementos cristianos. Siendo México un país religioso, también se incluyen elementos pertenecientes al catolicismo, como cruces, imágenes y rosarios. Elementos naturales. El viento, el agua, el fuego y la tierra se ven representados en el altar de diferentes formas. En la representación de la tierra se incluyen semillas, frutos, especias y otras bondades de la naturaleza. Con las semillas del maíz y el cacao se forman patrones en el suelo. Para la representación del viento, se emplea papel picado o cadenas de papel. De color amarillo y morado representan, respectivamente, pureza y duelo. Como representación del elemento fuego suelen añadirse velas, veladoras y cirios. A veces también se añaden antorchas y fogatas. La presencia del agua es debida a que los mayas creían que los cenotes eran sagrados y eran una puerta al inframundo. Además, calma la sed del espíritu y por ello se colocan diferentes recipientes llenos.
La sal. Es un elemento de purificación, le ayudará al muerto en su viaje de ida y vuelta para el siguiente año.
Calaveras. Nos recuerdan aceptar la muerte como algo inevitable y como parte de la vida misma.
Adornos. Los adornos alusivos a la muerte han ido surgiendo del arte popular mexicano y se han agregado a los altares de muertos. Figuras con cuadros de entierros, velorios o cementerios; o representando escenas de la vida cotidiana con esqueletos como personajes, así mismo como arreglos frutales o florales. También en muchos altares se incluyen cadenas de papel, de color morado y amarillo. El morado representa la muerte y el amarillo la vida, dando a significar la delgada línea existente entre la vida y la muerte.
¿De dónde viene el día de muertos?
El culto a la muerte en México no es algo nuevo, pues ya se practicaba desde la época precolombina. En el calendario mexica, que se localiza en el Museo de Antropología, se puede observar que entre los 18 meses que forman este calendario, había por lo menos seis festejos dedicados a los muertos.
¿Cuál es su historia?
Entre los pueblos prehispánicos era común la práctica de conservar los cráneos como trofeos y mostrarlos durante los rituales que simbolizaban la muerte y el renacimiento. La muerte no tenía el significado de la religión cristiana, con las ideas de infierno y paraíso que sirven para castigar o premiar. Por el contrario, ellos creían que la muerte era simplemente otra forma de vida, cuyo rumbo estaba determinado por el tipo de fallecimiento que se hubiese tenido, y no por el comportamiento en vida.
¿Quiénes lo celebraban?
Hay registro de celebraciones en las etnias mexica, maya, purépecha y totonaca. Originariamente, el festival que se convirtió en el Día de Muertos se conmemoraba en el noveno mes del calendario solar mexica, al inicio de agosto, y se celebraba durante todo el mes.
Las principales civilizaciones representativas del área mesoamericana, aztecas y mayas, desarrollaron una rica ritualística alrededor del culto de los antepasados y de la muerte en sí misma, lo que constituyó el precedente del actual Día de Muertos, en el que pervive aun parcialmente la cosmovisión de aquellos pueblos.
Las festividades eran presididas por la diosa Mictecacíhuatl, conocida como la "Dama de la Muerte" (actualmente relacionada con "La Catrina", personaje de José Guadalupe Posada) y esposa de Mictlantecuhtli, Señor de la tierra de los muertos. Como curiosidad, para los Mayas, el Hanal Pixán es su celebración del día de muertos y significa “Comida de las almas”.
Su elemento más característico en la celebración es el Mukbil pollo o pib. Se trata de una especie de tamal o pastel, relleno de carne, especias diversas y un caldo espeso de maíz. Se cocina dentro de un agujero en la tierra, sobre una cama de piedra caliza y leña.
Además, a los bebés y a los niños se les ponen cintas o hilos de color, pues creen que, si no están marcados, los difuntos podrían confundirlos con las almas que vienen en forma de niños y llevárselos.
¿Cuándo se fija la fecha actual?
Los evangelizadores cristianos de tiempos coloniales aceptaron las tradiciones de los antiguos pueblos mesoamericanos, fusionándolas con las europeas, para así poder implantar el cristianismo.
La mezcla de tradiciones europeas y prehispánicas hace coincidir, del 31 de octubre al 1 y 2 de noviembre, tres festividades diferentes que conmemoran las almas de los difuntos, creando el actual Día de Muertos: la católica del Día de Todos los Santos; la celta Samhain, originaria del actual Halloween; y el culto a la muerte de la cultura mesoamericana.
¿Cómo ha evolucionado hasta nuestros días?
Las costumbres del Día de Muertos han ido evolucionando con la sociedad y el paso del tiempo. Las epidemias sufridas por la Ciudad de México a mediados del siglo XIX conllevaron la creación de cementerios fuera de la ciudad y que el gobierno se hiciese cargo de los entierros. Asimismo, se consolidó la costumbre de adornar las tumbas con flores y velas, y de visitar los panteones los días 1 y 2 de noviembre: la clase alta lo hacía por las mañanas y los pobres por la tarde. Además, la gente de clase alta adoptó una costumbre europea: aprovechaba estos días para poder estrenar sus ropas negras, preparadas desde antes, para poder lucirlas en los panteones.
¿Y por qué es tan conocido el Día de Muertos?
Libros, cine, televisión... multitud de contenidos culturales incluyen o basan su hilo argumental o estética en esta celebración.
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